APLICACIÓN DE LAS FUNCIONES
APLICACIÓN DE LAS FUNCIONES EN EL ESCARABAJO DE ORO
FUNCION REFERENCIAL:
Era de una antigua familia
de hugonotes, y en otro tiempo había sido rico; pero una serie de infortunios
habíanle dejado en la miseria; para evitar la humillación consiguiente a sus
desastres, abandonó Nueva Orleáns, la ciudad de sus antepasados, y fijó su
residencia en la isla de Sullivan, cerca de Charleston, en Carolina del Sur.
Esta isla es una de las más singulares. Se compone únicamente de arena de mar,
y tiene, poco más o menos, tres millas de largo. Su anchura no excede de un
cuarto de milla. Está separada del continente por una ensenada apenas
perceptible, que fluye a través de un yermo de cañas y légamo, lugar
frecuentado por patos silvestres. La vegetación, como puede suponerse, es
pobre, o, por lo menos, enana. No se encuentran allí árboles de cierta
magnitud.
habitadas durante el verano
por las gentes que huyen del polvo y de las fiebres de Charleston, puede
encontrarse es cierto, el palmito erizado; pero la isla entera, a excepción de
ese punto occidental, y de un espacio árido y blancuzco que bordea el mar, está
cubierta de una espesa maleza del mirto oloroso tan apreciado por los
horticultores ingleses. El arbusto alcanza allí con frecuencia una altura de
quince o veinte pies…
no lejos del extremo
oriental de la isla, es decir, del más distante, Legrand se había construido él
mismo una pequeña cabaña, que ocupaba cuando por primera vez, y de un modo
simplemente casual, hice su conocimiento.
Tenía consigo muchos
libros, pero rara vez los utilizaba. Sus principales diversiones eran la caza y
la pesca, o vagar a lo largo de la playa, entre los mirtos, en busca de conchas
En todas estas excursiones
iba, por lo general, acompañado de un negro sirviente, llamado Júpiter.
Los inviernos en la latitud
de la isla de Sullivan son rara vez rigurosos, y al finalizar el año resulta un
verdadero acontecimiento que se requiera encender fuego.
Aquella fecha, antes de la
puesta del sol, subí por el camino entre la maleza hacia la cabaña de mi amigo,
pues residía yo por aquel tiempo en Charleston, a una distancia de nueve millas
de la isla, y las facilidades para ir y volver eran mucho menos grandes que hoy
día.
Había encontrado un bivalvo
desconocido que formaba un nuevo género, y, más aún, había cazado y cogido un
escarabajo que creía totalmente nuevo, pero respecto al cual deseaba conocer mi
opinión a la mañana siguiente.
Cuando volvía a casa, me
encontré al teniente G***, del fuerte, y sin más ni más, le he dejado el
escarabajo: así que le será a usted imposible verle hasta mañana. Quédese aquí
esta noche, y mandaré a Júpiter allí abajo al amanecer.
aproximadamente del tamaño
de una nuez
una, cerca de la punta
posterior, y la segunda, algo más alargada, en la otra punta.
Dijo esto sentándose ante
una mesita sobre la cual había una pluma y tinta, pero no papel. Buscó un
momento en un cajón, sin encontrarlo.
Y sacó del bolsillo de su
chaleco algo que me pareció un trozo de viejo pergamino muy sucio, e hizo
encima una especie de dibujo con la pluma
Cuando terminó su dibujo me
lo entregó sin levantarse.
pero temo que usted no sea
un artista. Legrand. Debo esperar a ver el insecto mismo para hacerme una idea
de su aspecto.
Estoy seguro de que debe
usted de ver las antenas. Las he hecho tan claras cual lo son en el propio
insecto, y presumo que es muy suficiente
Y le tendí el papel sin más
observaciones, no queriendo irritarle; pero me dejó muy sorprendido el giro que
había tomado la cuestión: su mal humor me intrigaba, y en cuanto al dibujo del
insecto, allí no había en realidad antenas visibles, y el conjunto se parecía
enteramente a la imagen ordinaria de una calavera. Recogió el papel, muy
malhumorado, y estaba a punto de estrujarlo y de tirarlo, sin duda, al fuego,
cuando una mirada casual al dibujo pareció encadenar su atención. En un
instante su cara enrojeció intensamente, y luego se quedó muy pálida. Durante
algunos minutos, siempre sentado, siguió examinando con minuciosidad el dibujo.
A la larga se levantó, cogió una vela de la mesa, y fue a sentarse sobre un
arca de barco, en el rincón más alejado de la estancia. Allí se puso a examinar
con ansiedad el papel, dándole vueltas en todos sentidos. No dijo nada, empero,
y su actitud me dejó muy asombrado; pero juzgué prudente no exacerbar con
ningún comentario su mal humor creciente. Luego sacó de su bolsillo una cartera,
metió con cuidado en ella el papel, y lo depositó todo dentro de un escritorio,
que cerró con llave. Recobró entonces la calma; pero su primer entusiasmo había
desaparecido por completo. Aun así, parecía mucho más abstraído que
malhumorado. A medida que avanzaba la tarde, se mostraba más absorto en un
sueño, del que no lograron arrancarle ninguna de mis ocurrencias. Al principio
había yo pensado pasar la noche en la cabaña, como hacía con frecuencia antes;
pero. viendo a mi huésped en aquella actitud, juzgué más conveniente marcharme.
FUNCION CONNOTATIVA O
CONMINATIVA:
no habían podido convencer,
ni con amenazas ni con promesas
Al llegar a la cabaña
llamé, como era mi costumbre, y no recibiendo respuesta, busqué la llave donde
sabía que estaba escondida, abrí la puerta y entré.
—¿con qué otro término
podría llamarse aquello?
—¿Y por qué no esta noche?
—pregunté, frotando mis manos ante el fuego y enviando al diablo toda la
especie de los escarabajos.
¿cómo iba yo a adivinar que
iba usted a visitarme precisamente esta noche?
—¿El qué? ¿El amanecer?
¿Es esto una razón para
dejar que se quemen las aves?
o ¿dónde están las antenas
de que usted habló?
acaso las haya hecho usted
y yo no las veo aún
¿Qué hay de nuevo? ¿Cómo
está tu amo?
! ¿Por qué no lo has dicho
en seguida? ¿Está en la cama?
¿No te ha dicho qué tiene?
¿Y qué motivos tienes tú,
Júpiter, ¿para hacer tal suposición?
FUNCION
METALINGUISTICA:
de ejemplares
entomológicos; su colección de éstos hubiera podido suscitar la envidia de un
Swammerdamm.
había sido manumitido
esto es un cráneo muy
pasable puedo incluso decir que es un cráneo excelente,
con forme a las vulgares
nociones que tengo acerca de tales ejemplares de la fisiología; y su escarabajo
será el más extraño de los escarabajos del mundo si se parece a esto.
Presumo que va usted a
llamar a este insecto scaruboeus caput hominis o algo por el estilo; hay en las
historias naturales muchas denominaciones semejantes.
FUNCION FÁTICA
Las
antenas son... —No hay estaño en él, massa Will, se lo aseguro—interrumpió aquí
Júpiter
—Bueno—dije
después de contemplarlo unos minutos
.
¡Oh, sí Bueno; tiene ese aspecto indudablemente en el papel! Las dos manchas
negras parecen unos ojos, ¿eh? Y la más larga de abajo parece una boca; además,
la forma entera es ovalada.
—Quizá
sea así
En
fin, no sé
me
jacto de no ser de todo tonto.
Bien,
bien—dije
FUNCION POÉTICA
cargando
el aire con su fragancia.
hubo
un día de frío notable.
Un
hermoso fuego llameaba en el hogar. Era una sorpresa, y, por cierto, de las
agradables.
Me
quité el gabán, coloqué un sillón junto a los leños chisporroteantes y aguardé
con paciencia el regreso de mis huéspedes.
Júpiter,
riendo de oreja a oreja, bullía preparando unos patos silvestres para la cena.
Es
de un brillante color dorado
dos
manchas de un negro azabache
FUNCION EMOTIVA
Hace
muchos años trabé amistad íntima con un míster William Legrand.
algunas
miserables casuchas de madera habitadas durante el
verano por las gentes que huyen del polvo y de las fiebres de Charleston.
forma
una casi impenetrable espesura.
En
el lugar más recóndito de esa maleza.
Este
pronto acabó en amistad.
…atraían
el interés y la estimación. Le encontré bien educado de una singular
inteligencia, aunque infestado de misantropía, y sujeto a perversas
alternativas de entusiasmo y de melancolía.
No
es improbable que los parientes de Legrand, juzgando que éste tenía la cabeza
algo trastornada, se dedicaran a infundir aquella obstinación en Júpiter, con
intención de que vigilase y custodiase al vagabundo.
a
quien no había visitado hacía varias semanas.
Poco
después de la caída de la tarde llegaron y me dispensaron una acogida muy
cordial.
Legrand
se hallaba en uno de sus ataques.
¡Ah,
si hubiera yo sabido que estaba usted aquí!
hace
mucho tiempo que no le había visto.
¡Es
la cosa más encantadora de la creación!
¡Qué
disparate! ¡No! ¡El escarabajo!
No
habrá usted visto nunca un reflejo metálico más brillante que el que emite su
caparazón
tenía
aún mucho frío.
echándose
sobre mis hombros, me abrumó a caricias, pues yo le había prestado mucha
atención en mis visita anteriores.
miré
el papel, y, a decir verdad, me sentí perplejo ante el dibujo de mi amigo.
esto
es un extraño escarabajo, lo confieso nuevo para mí: no he visto nunca nada
parecido antes, a menos que sea un cráneo o una calavera, a lo cual se parece
más que a ninguna otra cosa que hay caído bajo mi observación
—¡Una
calavera!
—¡Las antenas!
Un mes o cosa así después
de esto (y durante ese lapso de tiempo no volví a ver a Le- grand
No había yo visto nunca al
viejo y buen negro tan decaído
—¡Vaya!
—¡Que no está bien!
—¡Ah, caramba! ¡Ahí está la
cosa!
—¡Muy malo, Júpiter
. Tengo la cabeza trastornada
—Júpiter, quisiera
comprender algo de eso que me cuentas. Dices que tu amo está enfermo.
ELEMENTOS DE LA
COMUNICACIÓN
"Querido amigo: ¿Por
qué no le veo hace tanto tiempo? Espero que no cometerá usted la tontería de
sentirse ofendido por aquella pequeña brusquedad mía; pero no, no es probable.
"Desde que le vi, siento un gran motivo de inquietud. Tengo algo que
decirle; pero apenas sé cómo decírselo, o incluso no sé si se lo diré. "No
estoy del todo bien desde hace unos días, y el pobre viejo Júpiter me aburre de
un modo insoportable con sus buenas intenciones y cuidados. ¿Lo creerá usted?
El otro día había preparado un garrote para castigarme por haberme escapado y
pasado el día solus en las colinas del continente. Creo de veras que sólo mi
mala cara me salvó de la paliza. "No he añadido nada a mi colección desde
que no nos vemos. "Si puede usted, sin gran inconveniente, venga con
Júpiter. Venga. Deseo verle esta noche para un asunto de importancia. Le
aseguro que es de la más alta importancia. Siempre suyo, William Legrand."
EMISOR: Willian Legrand
RECEPTOR: El amigo anónimo
MENSAJE: La inquietud que
siente por el escarabajo de oro y todo lo que ha descubierto de él
CODIGO: Lingüístico escrito
CONTEXTO: La intriga por el
escarabajo.
MEDIO: Júpiter
CODIGOS LINGUISTICOS
ORAL: Presenciado en todo
el relato
ESCRITO: La carta que envia
Legrand a su amigo por medio de Júpiter
CODIGOS NO LINGUISTICOS
PARALINGUISTICOS
ESTETICOS
SOCIALES
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